Hace muchos años uno entraba en una tienda y decía lo que quería. Nadie se extrañaba. Oye, que lo veían normal y nada más. Si lo tenían te lo mostraban y si no lo tenían te intentaban vender lo más similar. La gente entonces tenía las ideas claras y se escuchaban frases como éstas: Voy a comprarme unos pantalones de pana azul oscuros, voy a comprarme un chaquetón de paño verde, voy a comprarme unos zapatos negros lisos y que se aten con lazo… Todo eso se ha acabado. Ahora vas a comprarte lo que te vendan en la tienda porque para eso se dedican a la moda y saben qué es lo que necesitas y cómo tienes que vestir. Dejar la moda, como se hacía antes, en manos de los particulares es totalmente irresponsable. La prueba es muy fácil, sólo tienes que entrar en una tienda de esas con un poco de renombre y pedir una cosa normal:
- ¿Un traje marrón?
- Imposible, no lo va a encontrar en ninguna parte porque este año vienen en tejido arrugado en colores pastel desvaídos para llevarlos con camisas negras o muy oscuras y en plan informal sin corbata pero con un pañuelo tipo cachené y con mocasines de ante vuelto en tonos polvo del desierto.¡Ah! Se me olvidaba, las camisas con puños que sobresalen de la chaqueta y sin botones que vuelve el gemelo clásico en plata u oro.
La dependienta pasará de ti con la velocidad del rayo y, en cierto modo, despreciándote con la indiferencia más altanera, pues le han bastado tus tres palabras para descubrir tu catadura, impertinencia y condición. ¿Un traje marrón? Y en “Maximo Dabutti”, pero qué se habrá creído éste.
Te dará igual irte a otro lado, ni “Luchino y Visconti” ni “Astolfo do Minguez” ni “Heilfinger” ni “Pertino del Páramo” ni “Modas Pedrito”… te van a dar mejor trato, pues sólo faltaba que tuvieran que atender el primer mindundi que aparece pidiendo un traje marrón en esta temporada. Hasta ahí podíamos llegar. Así que el desdén en la mirada de encargados y dependientas irá acompañando tu desfile por estos lujosos establecimientos al servicio del cliente. Ya, al último emporio que fui y, reconozco que puesto un poco en ese plan altanero que ellos adoptan, yo también les pregunté que cuanto me rebajaban por llevar el logotipo de su marca en mi ropa y que si su política de ventas había contemplado la posibilidad de pagar a los clientes por hacer de hombres/mujeres anuncio de sus logotipos en unas prendas que ya habían pagado generosamente. De allí me echaron directamente con la indicación de que cuando se va de compras no conviene haber estado previamente de copas. Qué humillación más denigrante.
- ¿Un traje marrón?
- Imposible, no lo va a encontrar en ninguna parte porque este año vienen en tejido arrugado en colores pastel desvaídos para llevarlos con camisas negras o muy oscuras y en plan informal sin corbata pero con un pañuelo tipo cachené y con mocasines de ante vuelto en tonos polvo del desierto.¡Ah! Se me olvidaba, las camisas con puños que sobresalen de la chaqueta y sin botones que vuelve el gemelo clásico en plata u oro.
La dependienta pasará de ti con la velocidad del rayo y, en cierto modo, despreciándote con la indiferencia más altanera, pues le han bastado tus tres palabras para descubrir tu catadura, impertinencia y condición. ¿Un traje marrón? Y en “Maximo Dabutti”, pero qué se habrá creído éste.
Te dará igual irte a otro lado, ni “Luchino y Visconti” ni “Astolfo do Minguez” ni “Heilfinger” ni “Pertino del Páramo” ni “Modas Pedrito”… te van a dar mejor trato, pues sólo faltaba que tuvieran que atender el primer mindundi que aparece pidiendo un traje marrón en esta temporada. Hasta ahí podíamos llegar. Así que el desdén en la mirada de encargados y dependientas irá acompañando tu desfile por estos lujosos establecimientos al servicio del cliente. Ya, al último emporio que fui y, reconozco que puesto un poco en ese plan altanero que ellos adoptan, yo también les pregunté que cuanto me rebajaban por llevar el logotipo de su marca en mi ropa y que si su política de ventas había contemplado la posibilidad de pagar a los clientes por hacer de hombres/mujeres anuncio de sus logotipos en unas prendas que ya habían pagado generosamente. De allí me echaron directamente con la indicación de que cuando se va de compras no conviene haber estado previamente de copas. Qué humillación más denigrante.
1 comentario:
tienes toda la razon, ahi q ponerse lo que las marcas digan y llevando su logo o marca, eso es imprescindible. en ese aspecto todo a cambiado, ya no te vistes a tu gusto si no al gusto de las marcas, las empresas de ropa o de moda.
Un saludo
Publicar un comentario