27 noviembre 2007

Malacate


Al pasar por el pequeño pueblo de Hiendelaencina, también conocido por Las Minas, puede verse todavía la torre de extracción de la mina Santa Cecilia, su viejo malacate y otros restos de la intensa actividad minera que hubo en la zona en la segunda mitad del siglo XIX. Hoy el pueblo apenas tiene vida y por su hermosa plaza rectangular es raro ver cruzar a alguien en invierno.
Llevado por la curiosidad he encontrado estos datos sobre el pueblo que pueden ser curiosos para añorantes o también para los que les gusta descifrar el significado de tantas ruinas como se encuentran por ahí y que pocos saben de qué son:
Las minas de plata que, al parecer, han sido las más importantes de España en toda su historia, se descubren en 1842 por un agrimensor, D.Pedro Esteban Gorriz natural de Subiza (Navarra).
La población de Hiendelaencina, que era antes de que se hallara plata de 100 habitantes, llegó a ser de 3.200 en 1857 y, en algunos momentos concretos de gran actividad en las minas, se acercó a los 9.000. Como una ironía de la vida hoy tiene censados 103 habitantes, o sea, que todo ha vuelto a la normalidad.
Una de las sociedades que explotó las minas de plata se fundó en Londres en 1845 y se deshizo en 1879. Esta sociedad estableció un poblado fuera de Hiendelaencina. El poblado, para los ingenieros y la gente de cierto peso, se llamó La Constante, y tenía teatro, hospital y casino además de una distribución racional de calles y edificios. Esta sociedad minera en sus años de actividad llegó a enviar a la Casa de la Moneda más de 275.000 kilos de plata.
El jornal de los primeros mineros era de 5 reales diarios por una jornada laboral de 12 horas. Los sueldos de los mineros mejoraron con el tiempo y en 1870 (quizás justo antes de comenzar el declive de las explotaciones) llegaron a ser de 2 pesetas diarias para los hombres, 93 céntimos para los chicos y 83 céntimos para las mujeres que, por lo que se ve, debían reunir pocas aptitudes para la minería. Eso sí, la jornada laboral se mantuvo en 12 horas. No he encontrado datos de siniestralidad laboral, seguramente porque todavía no se había inventado el término en la época, ni puede que importara demasiado.
Hacia 1845 había más de 200 pozos abiertos. Algunas minas llegaron a los 600 metros de profundidad. En los pozos de Hiendelaencina se llegaban a alcanzar temperaturas de 47ºC por lo cual debían tener sistemas de ventilación que hicieran posible el trabajo. Mediante estos sistemas se conseguía bajar unos 10º las temperaturas extremas. Imagino las condiciones de los mineros, 12 horas a gran profundidad, cavando en la semioscuridad a más de 35ºC. De los pozos se obtuvieron siete variedades de plata. Las minas tuvieron dos grandes épocas de explotación: Los periodos 1844-1870 y 1889-1897.
La primera mina se llamó Santa Cecilia. El monolito de piedra que en su día se puso a la entrada de esta mina puede hoy verse en la plaza del pueblo.
También hubo minas de oro en un pueblo relativamente cercano: La Nava de Jadraque, pero eso da para otra historia.
Hoy la zona es un páramo en el que se ven las ruinas de los pozos mineros, las acumulaciones de ganga, las viejas torres semiderruidas y alguna liebre esquiva y curiosa que se acula para ver pasar, de lejos, los pocos coches que por la carretera secundaria se alejan hacia Soria.
Por cierto un malacate es una máquina a manera de cabrestante que se usaba en las minas para sacar minerales y agua. Tiene un tambor en la parte alta y debajo las palancas a las que se enganchaban las caballerías que lo movían.
Cosas, personas y lugares para el recuerdo
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5 comentarios:

Ermengardo II dijo...

No se si me engañaron, pero alguien me dijo una vez que la chimenea que se ve a la derecha de la carretera, en dirección a Cogolludo, tiene más de dos mil años y era de una mina romana.
De este pueblo recuerdo una pasión viviente en la semana santa. ¡una pasada!

Soros dijo...

No tengo noticia de ninguna mina romana en esa zona.
Lo de la pasión viviente data de hace sólo unos pocos años. El pueblo, de ordinario, está semivacío. Solamente los fines de semana va la gente a comer donde el Sabory, y no está mal.

minero dijo...

La pasión viviente de Hiendelaencina tiene alrededor de 40 años de antiguedad (no parecen pocos)

luison dijo...

Los romanos posiblemente conocieran la existencia de plata pero no lo llegaron a explotar. Desde la carretera se ven dos torres, una es de fundición de metal y la otra de cocer tejas. La Pasión Viviente cumple 40 años en 2012 y está considerada Fiesta de Interés Turístico Regional desde 2001.

Soros dijo...

Gracias a minero y a luison por su información.
Saludos.