23 enero 2017

A cada uno lo suyo

Cuando el acusado, señor Bes, declaró que en sus operaciones financieras no hubo fraude, ni apropiación indebida, ni evasión de capitales, ni delito fiscal, ni caja B, ni actividad delictiva alguna, sino que aquello era un caso prístino, evidente y limpio de contabilidad extracontable, Suseño le interrumpió. Y, con un gesto ambiguo de desánimo, casi de abatimiento, como declarándose abiertamente incompetente para el caso, Suseño dijo:
-¡Qué lástima! Estos casos de contabilidad extracontable son interesantísimos, mas, por desgracia, escapan a la natural jurisdicción de este tribunal. Naturalmente, me veo en la obligación de inhibirme y desviar este proceso. Así pues, dada su índole, debe encauzarse a la jurisdicción de la justicia extrajudicial y eso, amén del trámite, puede que no pinte nada bien para el acusado.
-¿Por qué dice eso, Suseño? –dijo respetuosamente el señor Bes, arqueando exageradamente las cejas y con una cara tan plena de inocencia como un pan candeal.
-Porque es mi deber informar al acusado de que la justicia extrajudicial está privatizada. O sea, que la hemos externalizado. Más que nada para dar agilidad al sistema. En consecuencia, se ha transferido a una ONG extraministerial y extragubernamental como su propio nombre indica, concretamente a la SSF. Este interesante auto será juzgado por ellos y, en su caso, sentenciado, como conviene en estos casos, con una pena extrapenal, o sea, no contemplada en el vigente Código Penal, lo cual supone para el acusado un aventurado riesgo, ¿comprende el acusado?
-Y, en consecuencia, teme Suseño que el caso se dilate en el tiempo, ¿no es así? –dijo con fingida, complacida y exagerada candidez el señor Bes.
-No, señor Bes, todo lo contrario. Esta ONG despacha casos como el suyo en un momento. Son especialistas en ley extralegal y en penas extrapenales. No en vano su acrónimo significa Sicarios sin Fronteras. Quizás ahora me comprenda mejor. Pero, si usted se empeña.
-Pero, Suseño, yo no estaba informado de…
-Nada, nada. Que resuelva la SSF. Miseño se inhibe hasta las trancas. La creatividad delictiva ha llegado a sobrepasar la ciencia y paciencia de los tribunales de justicia. A grandes males, grandes remedios.