14 enero 2008

Sabores

Don Manuel, el farmacéutico de aquel poblachón, se vio sorprendido por una andanada de voces inesperadas en plena calle según iba a abrir la farmacia. El hombre, que era muy educado, se paró sorprendido y prestó atención a la rotunda mujer que le chillaba.
- Don Manuel, don Manuel… que le tengo que hacer una pregunta –dijo jadeando la mujerona que venía sofocada por venir casi corriendo tras el boticario.
- Usted me dirá, señora.
- Que si tiene usté condones de sabores… que necesito cuatro cajas… de media docena por lo menos… que… a cómo son.
- ¿Condones de sabores? Pues no sé si tendré, mujer, pero en cualquier caso se piden si hace falta. Del precio no le puedo decir porque no tienen, hasta ahora, mucha tirada en el pueblo… pero no creo que sean muy caros.
- Y cuánto tardarán, porque es que son para regalo ¿Sabe?, para el regalo de Navidad quiero decir, y si se pasa el día pues ya no me interesan, que ya no quedo bien con las amigas.
- Si los pedimos hoy, mañana mismo los tiene usted aquí. Pero otra vez, señora, no me pida estas cosas a gritos y en mitad de la calle, que ya se ha enterado medio pueblo.
- Anda, y qué más le da a usté si las que los vamos a gastar vamos a ser yo y mis amigas… ¡No te digo!
- Bueno, bueno… Pásese usted mañana después de las doce.
Al otro día la señora recogió sus cuatro cajas de condones de sabores y tras discutir con el farmacéutico que no se los quiso envolver en papel de regalo, so pretexto que sólo tenía papel y bolsas de la farmacia, se marchó donde la papelería de la Beni a por un pliego de papel adecuado. A la Beni le dijo para lo que era, tras asegurarle aquélla que no saldría palabra de su boca. Y así se fue la Eleni tan contenta con sus cuatro paquetitos envueltos en papel navideño de bolitas, papas noeles, niños jesuses y pastorcillos y con sus cuatro letreritos pegados de Feliz Navidad.
Al día siguiente era 24 y las amigas quedaron para verse, como todas las Nochebuenas, después de la Misa del Gallo e intercambiarse los regalos.
Las amigas de la Eleni se quedaron algo perplejas y sorprendidas, y la Eleni, tan contenta les dijo:
- A que he tenido una idea bien buena, menudo regalo ¿Eh, tías?
Sólo la Puri dijo:
- ¿Y no cogeremos alguna infección?
- Pero no seas bruta, hija mía –le dijo la Eleni con muchísima autoridad en la materia- que son pa chuparla, mujer…

6 comentarios:

Esther dijo...

Mmmm esto...Vaya con Eleni.,y eso que parecía tonta..

Besos.

Soros dijo...

Por chocante que sea, lo de la Eleni está tomado de la vida misma.
Saludos.

Paz Zeltia dijo...

Por lo que se ve la Eleni se hizo famosa en el pueblo con la anécdota de los condones de sabores, como los chupa-chups!

Soros dijo...

Sí, Zeltia, pero no sólo por eso. La Eleni ya era famosa por ser torera, ecologista, defensora de los animales y multiorgásmica. La Eleni que era así...
Saludos.

Anónimo dijo...

3 hurras por la Eleni!!!

tiermes. blogia.com

Ermengardo II dijo...

qué tremenda, mi Eleni, qué golpes tiene!