05 junio 2007

Abuso familiar


Eres demasiado protectora, ya sé que no es nada nuevo, pero no lo puedes evitar. Tienes que hacerlo tú todo, ya es como una costumbre. Debes aprender a delegar cosas y los que te rodean a aceptar tus delegaciones. Entiendo que tu madre te necesite, ahí no hay elección, debes estar, pero también tus hermanos deben de acompañarla en su enfermedad. El hecho de ser hombres no les exime. Yo lo soy y no me pierdo una y no lo hago porque mis hermanas pasen, que no lo hacen, sino porque me parece mi obligación-devoción afectiva con respecto a mi madre. Lo de tu marido pase, que tampoco, porque si vuestra relación personal no va bien, ambos seguís manteniendo una familia y eso de que tu marido pase de suegros, hijos, colegios, compras, trabajos... me parece vergonzoso. Tus hijos, amiga, no son ya unos críos, no pueden seguir siendo tan dependientes de ti, tienen que saber comprar, hacerse una cena, organizar sus deberes e ir al colegio solos... por favor. Te reclaman independencia continuamente, excepto para que les sirvas. No me extraña que vayas como una moto. Si sigues tapando tú personalmente todos los agujeros puedes reventar por fuera o... por dentro. Hay muchas soluciones y más en momentos de emergencia. Pero yo creo que sigues sin delegar, continuas protegiendo a todos y esto te lo digo admirando, al mismo tiempo, tu abnegación y tu espíritu de sacrificio hacia los demás y sobre todo tu amor tan grande hacia ellos. Sin embargo los cuerpos, que nadie sabe lo que llegan a aguantar, un día revientan. Después dice la gente, pero si era una mujer encantadora, pero si era simpatiquísima, pero si era el alma de la empresa, pero hay que ver cómo se preocupaba de sus hijos, pero cómo ha acompañado a su madre hasta el último momento, pero hay que ver lo agradable y lo maja que es y lo guapa que va siempre... y mira, sin embargo, la pobrecita, sin comerlo ni beberlo, se ha pillado una depresión que está que no puede ver a nadie, que sólo sabe llorar y que ha perdido quince kilos, con lo feliz que parecía. ¡Quién lo iba a decir!
Pero, tranquilízate, amiga. Esto no es ni mucho menos una bronca, pero tampoco una broma. Sólo faltaba que te regañasen después de poner tú toda la carne en el asador. Todo lo contrario, es recomendarte que, además de preocuparte de todos, te quieras a ti misma. Sí, ya sé que es fácil decirlo. ¡Cuídate, cuídate…! Todo el mundo te lo dice y nadie te exime de ningún trabajo. Pero sí, no te dejes llevar por el corazón porque los que te rodean, no es que sean malos, es que no se dan cuenta de que los trabajos se te acumulan, de que todo va sobre tus espaldas y esas espaldas, si sigues así, no van a aguantar siempre. Organízales un poco, que empiecen a ser más autónomos. O sea, que además de lo que tienes, también acumulas una labor pedagógica. Es tu sino, hija mía. Lo que más me fastidia es que parece que te estoy, encima de todo lo que tienes sobre ti y lo que haces, recriminando. Perdona ni quiero ni soy quien para hacerlo. Pero tu caso es un caso de abuso familiar. Como otros tipos de abusos que hoy día se reconocen en la ley, llegará día que se reconocerá también éste. Todos se han montado en el carro y sólo tira de él una persona. Esa persona lo ha hecho durante tanto tiempo que ya ni es consciente del abuso que se le infringe. Ya es hora de que además de darles todo tu amor les pidas un poquito de justicia.

3 comentarios:

Alejandra dijo...

No había opinado nada en este tema ya que siento que lo escribiste a manera muy personal, dedicado especialmente a alguien que conoces, y me parecía una intromisión entrar a dejar mi comentario, pero igual dejaré una breve opinión. Creo que estos casos se veían más frecuentemente hace algunos años, claro, aún los encontramos, pero afortunadamente algunas mujeres hemos decidido afrontar la vida de una diferente manera, ser un poco egoístas y hacer a nuestras familias menos dependientes de nosotras. Aún así he visto más de un caso como el que relatas, de super mamas, super amas de casa, super hijas, super esposas... Se echan toda la carga a cuestas y van por la vida cargando con el peso de los demás, hasta que en su vejes descubren que a la final no hicieron nada con sus vidas, aunque ayudaron a vivir a las personas que estuvieron a su lado. No, no juzgo a estas mujeres maravillosas, solo pienso que la vida es muy breve, y hay que vivir más por nosotros mismos y menos para los demás.

Saludos y cariños.

Soros dijo...

Alejandra, qué ingenua, cariñosa, ilusa y pequeña que eres!
Mi cariño y mis mejores deseos.
De corazón. mi niña.
Soros.

Alejandra dijo...

Ainnsss espero que lo de ilusa sea más bien por inocente, que por ignorante, jejeje, y lo de pequeña sea por cariño, y no por ser pequeña como persona, claro!, tampoco soy una gran persona!!!, pero me conformo con ser relativamente normal (o seré más anormalde lo que creo? jejeje)

Gracias por los cariños amigo mío, se que los dices de todo corazón!, y son retribuidos de igual manera.Un beso!