12 junio 2011

Discurso para la jubilación de un profesor


Queridos compañeros, queridas compañeras, y, no menos queridos, compañeros-camaradas-jefes del equipo directivo y autoridades (si las hubiere):
Pese a las presiones de Alfredo, (Rubalcaba), de Aguirre, (Esperanza), y de tantos otros personajes influyentes como, por ejemplo, Mariano, el herrerillo de mi pueblo, voy a dejaros sin remisión. Que lo sepáis. (Manos extendidas aplacando los murmullos y diciendo:”Calma, calma.”)
(El siguiente párrafo ha de decirse in crescendo, empezamos con humildad para ir poco a poco levantando la voz hasta ponernos soberbiotes al final)
Lo siento, no insistáis, por favor, sé que vais a recordarme cada día y que seré un referente cotidiano para cada uno de vosotros. Me hago cargo de vuestro dolor, sé que os vais a separar de mí como la uña de la carne, es más, sé que este centro, sin mi presencia, quedará para siempre mutilado. Soy consciente. Así que, por favor, que nadie haga ninguna locura ante mi ausencia. Aceptadlo. Sed fuertes. Yo sé que podéis.
Algunos me diréis: (Aquí bajamos el tono y nos ponemos coloquiales e interpretativos)
-        No, José Luis, no lo dejes, por favor, no lo hagas, ¡no, no! Eres un gran profesor. No tires por la borda tu carrera cuando estás en lo mejor de tu vida. Ahora que, por fin, te habías enterado de lo que es educar en valores y evaluar por compentencias y hasta te defendías con el ordenador. ¡José Luis, por Dios, no seas loco!
(Aquí nos sobreponemos y tomamos las riendas de nuevo del asunto, templamos la voz)
Pero yo tendré que pediros calma y contestaros con esa entereza del que sabe vencerse a sí mismo:
-        Efectivamente, amigos, será un gran sacrificio para mí, especialmente ahora que ya me iba enterando de lo que va esto de la educación, pero (gran suspiro): así es la vida. No creáis que no echaré de menos esas jornadas en las que llegaba al centro entre ovaciones, entre aplausos, abriéndome paso entre la muchedumbre del alumnado que me aclamaba diciendo:”¡Torero, torero, torero!”, los unos, y, las otras:”¡Guapo, guapo y guapo!”
No creáis que olvidaré esas mañanas y esas tardes de gloria,  de auténticos llenazos en mi clase. Pero, aun siendo consciente de que toda una vida dedicada a la lectura, la investigación y el estudio, no merece menos, creo que ha llegado el momento de dejarlo y que sean otros los que disfruten de esas mieles de las  que yo tanto he gozado. Porque no es justo que un hombre se aferre al privilegio por más que, como en mi caso, lo merezca. Sigamos el ejemplo de los buenos políticos y retirémonos en el momento de la gloria. (Aquí aplacamos los aplausos son solvencia y pedimos silencio para el colofón final)
Así que, amigos, nada me resta por deciros. Yo me marcho a disfrutar de la vida interior y os dejo tripulando esta nave. ¡Qué os sea leve!
(Airoso corte de mangas, si procede, porque el ambiente relajado lo permita. También puede usarse una graciosa pedorreta, con permiso de la sala, u omitir ambos gestos en el caso de que los concurrentes no estén aún bebidos)

13 comentarios:

lohengrin dijo...

¿Es un ensayo? Me encanta
Un abrazo

isidro dijo...

Pero... Soros, ¿es que te vas a jubilar?

Soros dijo...

Pero, ¿cómo un ensayo? Pero es que tú te has creido que soy Ortega y Gasset.
Reconozco que es una buena pieza de oratoria pero, mujer, tanto como un ensayo...
Un abrazo, Lohen.

Soros dijo...

Isidro, esto es para un amigo que se jubila dentro de unos días. O, más bien, dedicado a él, porque no creo que lo lea el día que se despida.
Yo estoy a la espera de que me conteste la señora Merkel y me diga cuando, más o menos, les tocará a los de mi quinta, porque por aquí aún no lo tienen claro. Ya sabes, vamos dando pasos de gigante en el Estado del Bienestar.
Sin embargo, el día que deje de trabajar, en lo que me da de comer, me iré como llegué. Ni entonces tuve recibimiento ni cuando me vaya quiero despedida.
Acuérdate:"Dios te libre de la hora de las alabanzas". Pues eso.
Un abrazo.

isidro dijo...

Si, si... ya sé que ésta es la que manda porque, con lo que tenemos aquí, que Dios nos coja confesados.

Hombre, yo sé que sin profe no me iba a quedar pero, seguro, que otros te echarían de menos.

Un abrazo

Soros dijo...

Isidro eres una persona con buenos sentimientos pero, cuando uno se va definitivamente del trabajo, pasa al olvido. Las cosas son así.
Con respecto a las cosas que ambos escribimos, estoy seguro que las seguiremos compartiendo y ayudándonos el uno al otro.
Un abrazo.

lohengrin dijo...

Me refería a ir practicando para cuando llegue el feliz momento, tonto...

Soros dijo...

Te entendí a la primera, Lohen.
Besos.

lohengrin dijo...

tu siempre tomandome el pelo...

d:D´ dijo...

Bos días Soros:
Bos días amicus:
Pues aprovecho este "símil" para comentarte que (seguramente tú ya lo sabrías y lo conocerías) hoy me he puesto en contacto con mi amigo el escultor de Alcolea del Pinar (García Perdices) y ya me extrañó mucho que fuera su cuñada quien me cogiera el teléfono. Hoy me he enterado de su fenecimiento (hace un año). Mecagüen!, otro amigo que se va sin avisar...leches!!!
Ahora con el verano y aprovechando una incursión espeleológica por la zona era el momento de parar para contemplar su museo de esculturas y al igual que otras veces dar un paseo en una de sus vetustas joyas de autos de principios de siglo. A veces no nos acordamos de los amigos creyendo que siguen ahí y para cuando lo hacemos es tarde, muy tarde. Al menos me queda el recuerdo de un buen paseo como ayudante en uno de los dos preciosos coches clásicos restaurados él.
¡No somos "naide"!....
D.E.P.

Deica logo amicus.

Soros dijo...

Amigo Beato:
No tenía relación con tu amigo pero si que me sonaba de oidas su trabajo y sus otras actividades.
Y, efectivamente, los amigos se nos van sin darnos cuenta porque nuestra mente los sitúa en un tiempo que parece intemporar.
Un abrazo.

Insumisa dijo...

¿Cómo diablos no éscribiste esto hace dos años?
Le hubiera servido a una que yo conozco.
Es que algo tan motivador y lleno de humildad no debe/debería dejarse pasar por alto.

¿En serio no eres docente?
Jajaja

Soros dijo...

No lo escribí hace dos años porque no se me ocurrió.
Pero si alguien me lo hubiera pedido le habría preparado un discurso parecido a éste.
Saludos, Piel de Letras.