Una vez iba un niño por la calle llorando desconsoladamente y sin parar de comer pan. Una señora, conmovida por sus lágrimas, le preguntó:
- Hijo, ¿por qué lloras?
- Porque mi mamá me va a regañar.
- ¿Y por qué motivo?
- Porque me ha mandado a por pan y me lo voy comiendo.
La señora miró al niño y dejó de compadecerse de él. Siguió su camino pensando “¡Pues no te lo comas, payaso!”, pero al niño no le dijo nada porque la señora era muy prudente y los prudentes respetan, ante todo, a los tontos.
Esta estúpida anécdota me trae a la imaginación la cantidad de cosas que hacemos sabiendo sus consecuencias pero, al mismo tiempo, sin evitar el hacerlas del mismo modo de siempre, como si no hubiera otro modo imaginable. Así, consumimos a saco la energía contaminando el planeta pero todos nos declaramos ecologistas concienciados y nos echamos las manos a la cabeza por el hecho del cambio climático y demás consecuencias, mientras seguimos comprando aparatos de todo tipo; así, sabemos que cada puente de salidas masivas va a haber 40 ó 50 muertos por accidentes de tráfico, pero seguimos saliendo 6 millones de coches a la vez, como si no hubiera otra forma de hacerlo, casi en plan reto. Sabemos que no está permitido rodar a más de 120 Km/h pero también sabemos que está permitido, y además mola, comprar vehículos que superan con mucho los 200 Km/h, me imagino que la compra no será con la intención de respetar el código de circulación, ¿o son quizás sólo para enseñárselos a los amigos? Sabemos lo peligroso que es viajar en moto pero cada año se venden más y más rápidas y, sin embargo, queremos que quiten los obstáculos peligrosos de las vías porque nos parecen el verdadero problema, o sea que el problema es, generalizando, el árbol y no la moto, podría seguir nombrando incoherencias…
- Hijo, ¿por qué lloras?
- Porque mi mamá me va a regañar.
- ¿Y por qué motivo?
- Porque me ha mandado a por pan y me lo voy comiendo.
La señora miró al niño y dejó de compadecerse de él. Siguió su camino pensando “¡Pues no te lo comas, payaso!”, pero al niño no le dijo nada porque la señora era muy prudente y los prudentes respetan, ante todo, a los tontos.
Esta estúpida anécdota me trae a la imaginación la cantidad de cosas que hacemos sabiendo sus consecuencias pero, al mismo tiempo, sin evitar el hacerlas del mismo modo de siempre, como si no hubiera otro modo imaginable. Así, consumimos a saco la energía contaminando el planeta pero todos nos declaramos ecologistas concienciados y nos echamos las manos a la cabeza por el hecho del cambio climático y demás consecuencias, mientras seguimos comprando aparatos de todo tipo; así, sabemos que cada puente de salidas masivas va a haber 40 ó 50 muertos por accidentes de tráfico, pero seguimos saliendo 6 millones de coches a la vez, como si no hubiera otra forma de hacerlo, casi en plan reto. Sabemos que no está permitido rodar a más de 120 Km/h pero también sabemos que está permitido, y además mola, comprar vehículos que superan con mucho los 200 Km/h, me imagino que la compra no será con la intención de respetar el código de circulación, ¿o son quizás sólo para enseñárselos a los amigos? Sabemos lo peligroso que es viajar en moto pero cada año se venden más y más rápidas y, sin embargo, queremos que quiten los obstáculos peligrosos de las vías porque nos parecen el verdadero problema, o sea que el problema es, generalizando, el árbol y no la moto, podría seguir nombrando incoherencias…
En resumen, queremos seguir comiéndonos el pan aunque sepamos que mamá nos regañará. Más le valdría a mamá rompernos la cara de una vez por gilipollas, si eso sirviera de algo. ¿Es que somos incapaces de buscar alternativas? (No lo creo) ¿O es que no interesa?
3 comentarios:
Yo siempre me pregunté -para algunos hombres, remarco lo de hombres, es una pregunta gilipollas, y lo será sin duda, pero yo sigo sin conocer la respuesta- que POR QUÉ en vez de limitar la velocidad a no más de "x", NO LIMITAN LA CAPACIDAD DEL COCHE PARA CORRER, POR LEY . Incluso los más potentes, se les podrá poner un aparatito que impida pasar de la máxima volocidad permitida en la vía más rápida. Siempre que digo esto se me mira como a una niña tonta, que si total es lo mismo porque si en una zona de 50 vas a 130 es más peligroso que si vas por la autopista a 180, etc. etc. total que no solucionaría nada.
Yo solo sé que en mi trabajo hay un chico de 20 años que los fines de semana hace "carreras" con sus amigos por carreteras comarcales.
Al margen de eso, me hizo mucha gracia la anécdota del niño y el pan.
Aparte de limitar la velocidad de los vehículos, cosa elemental, es evidente que si se deseara se podría, con los medios informáticos hoy disponibles, localizar a cualquier infractor. La medida sería impopular y el sector del automóvil habría de reformarse con el consiguiente ajuste económico. Así que es más fácil seguir comiendo pan y llorando. En esto y tantas otras cosas...
Vivimos en un mundo en el que no hay alternativas. PP o PSOE, que viene siendo lo mismo, gasolina o diesel...; y cuando sale alguien como Chavez, con alguna idea original, siempre hay alguien que le dice "¿por qué no te callas?"
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