Si aspiramos a convertir Europa en la unidad, a todos los efectos, de todos los países que la integran, la idea de Saramago de unir solamente Portugal y España queda un poco pobre y corta, casi infantil e ingenua. Sin embargo, cuántas iras ha provocado. ¿Estamos preparados para salir de nuestras mentalidades nacionalistas y aspirar a algo mejor?
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