29 mayo 2007

Calendario


El calendario es un pequeño mar con diminutas olas. En esas olas uno puede perderse, navegar, hundirse, sorprenderse, perecer, ser feliz, angustiarse, llevarse la gran sorpresa, descubrirse a uno mismo en facetas desconocidas... Es como si al levantar cada una de sus hojitas viniese por detrás una sorpresa, un placer, un gusto, un disgusto, una bomba que pudiera arrancarte la mano de cuajo, una caricia, un llanto... cualquier cosa inesperada.
No, yo no soy yo, cuando paso cada hoja del calendario, soy sólo la idea que de mi mismo tengo. Soy otro y, sólo de vez en cuando, entro en mí, como el que visita una casa propia en la que hace años que no mora. Me visito a mí mismo de prestado, con miedo a ser descubierto, casi como un ladrón. De espaldas al calendario.

3 comentarios:

Alejandra dijo...

Me encanta la manera como escribes y describes las cosas. Vas uniendo las palabras, dándole un sentido muy especial, uniéndolas con toques de magia, esa magia muy tuya que envuelve a todo el que lea lo que de ti sale.

Me gustó esta descripción que haces del calendario, del tiempo... de los días que pasan por nosotros (o nosotros por ellos), y de esas sensaciones que se puede tener cada uno de esos días. Por favor, sigue regalándonos tu creatividad que al menos en mi siempre tendrás una humilde lectora dispuesta a leerte.

Saludos y mil cariños.

Paz Zeltia dijo...

Que curioso que viniese a dar justo a esta entrada, precisamente hoy.
Estoy a vueltas con "el tiempo" en abstracto y con el "tiempo" medido.Con nuestra manera de contabilizarlo (siempre el que pasó, o el que falta para una fecha concreta, porque EL QUE FALTA de verdad, ese no podemos medirlo.
Ayer supe de alguien a quien le quedan las horas contadas, alguien joven, atractivo, con proyectos. Siempre cuenta el tiempo hacia adelante y... ahora más que nunca.
Perdona estoy un poco trastornada, aunque ya siempre lo estoy, vaya cosas!.
Si el tiempo se alía conmigo, algún día podré leer todo lo que publicas, las historias de Matías, que cada vez ue abro el blog, las veo ahí y me da ganas de empezar, pero no puedo. (salvo que abandone todo lo demás de internet) Un examen de promoción interna me tiene mutilada la libertad, pero termino a fin de mes.
Un abrazo y feliz fin de semana!

Soros dijo...

Y quién, que sea consciente, no está permanente o transitoriamente trastornado.
No te apremies. Matías tiene muy buena pasta y te esperará ahí donde está.
Que te vaya bien en la promoción interna.
Un agrado el que dediques a cosas que escribí hace meses tus destellos fugaces de libertad.
Un abrazo.