13 agosto 2009

Anglofobia benigna transitoria


Me han hartado, en general, los ingleses que he visto en La Alpujarra. Y no es porque estén allí o porque vengan, tal vez evocando al hispanista Gerald Brenan que vivió en esta tierra y escribió sobre ella en los años 20 del siglo pasado, no, no es por eso. Bienvenidos cuántos lleguen, veraneen, vivan o trabajen en estas tierras, porque eso indica que las saben apreciar. Es por cómo se comportan. La acogedora sencillez con que la gente de aquí les ha recibido durante años parece que les ha llevado a considerarse los protagonistas de la vida en estos pueblos. Utilizan todos los usos y costumbres locales en su propio beneficio. Ignoran a toda persona o cosa que no les sea personalmente útil. Gustan de hacerse notar en todas partes mediante un uso chillón y ostentoso de su lengua, modo que, en su país, sólo utilizan las chusmas de los barrios más cutres las noches etílicas del fin de semana. Conociendo los modales de la gente normal y educada, en la comedida Inglaterra, me admiro de cómo los ejemplares adultos que llegan aquí de sus élites, porque los que vienen aquí no son patanes: eructan en los restaurantes como si eso aquí estuviera bien visto o hasta fuera gracioso, meten sus perros a los mismos y en las terrazas, se hacen servir en los lugares más inverosímiles como si esto les recordara su época colonial, ponen los pies más altos, si es posible, que las mismas mesas y se vuelven cicateros y contadores al pagar la comida, cuando en su país lo habitual, además de pagar los elevados precios, es dejar además un 10% de la factura en propina. Y todo lo anterior teniendo en cuenta que los precios de La Alpujarra comparados con los de la costa son baratos y, comparados con los del Reino Unido, irrisorios.
Tengo que reconocer que los españoles, como tantas veces incapaces de apreciar lo que tenemos, andamos por las playas como tarados pagando precios astronómicos, comiendo fritanga y pizza semicongelada y tomando cañas como posesos en los chiringuitos, pasando calor, aglomeraciones, picaduras de medusas… mientras a este paraíso de la Alpujarra alta no le da la gana venir a nadie. Pero, claro, aquí no hay playa.
Los ingleses han sido, sin embargo, los que han descubierto esta tierra, yo diría que casi más para vivir en ella que para hacer turismo. Ellos saben muy bien que su orografía y su especial clima hacen de estos lugares unos parajes únicos e ideales para vivir. Con respecto a su comportamiento me viene a la memoria lo que unos ingleses me dijeron cuando en su ciudad les sugerí que aparcasen el coche encima de una acera:
- But, where do you think you are? (¿Pero dónde te crees que estás?)
Pues eso mismo les digo yo. Por lo demás, tan amigos.
.
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4 comentarios:

Paz Zeltia dijo...

comprendo tu enfado.
(estoy yo ya cabreada, y no los vi!)

pero quizá todo haya empezado hace tiempo, cuando aplicaron aquello de "!a donde fueres haz lo que vieres"
porque chillones, maleducados, desconsiderados etec. somos bastante, por auqí en los lugares públicos...

Soros dijo...

No creo que hayan encontrado malos ejemplos en la Alpujarra. Quizás en otros lugares sí. En los pueblecitos de la zona sigue existiendo esa cortesía tradicional de cuando entonces. ;-)

Lima dijo...

El nivel está bajísimo en cualquier parte, no hace falta poner ejemplos porque cualquiera que tome un avión y vea el panorama puede comprobarlo. Lo de la educación anglosajona es un mito más que se viene abajo a la minima oportunidad de convivencia (la sufrí, la convivencia, en un hotel de mallorca hace poco y puedo decir que unos vecinos de aquella nacionalidad no tenían el menos pudor en hacer unos ruidos infernales a cualquier hora de la madrugada y de reservar la sombrilla y la hamaca en la piscina a las 7.30 para ocuparlas a las 11.30, un suponer). Sin embargo, y en el reves de la hoja uno se encuentra con personas amabilisimas y educadísimas en Atenas o en Bari, que tradicionalmente llevan una fama del carajo

Soros dijo...

Sí, Lima. Todo eso es normal en zonas de turismo de aluvión pero no en lugares donde va gente muy específica y donde los que están son conocedores más que turistas.
Saludos.