04 julio 2016

La complicada resaca electoral

La situación se está poniendo muy complicada. Acaban de detener al pollero de mi barrio. Y no ha sido el único. Las detenciones indiscriminadas comenzaron al día siguiente de las últimas elecciones. Varios camareros fueron los primeros en caer. Pero no se le dio al asunto mucha importancia porque los camareros, ya se sabe, suelen ser unos bocazas que se pasan el día haciendo juicios de valor y aún cosas peores.
El asunto se trivializó indebidamente porque no se calibró en positivo la envergadura del tema, o sea, se miniminizó irresponsablemente una cosa de trascendencia extrema. Creíamos que el tema se basaba, básicamente, en exageraciones interesadas, rumores torticeros o comentarios malintencionados y sacados de contexto voluntariamente adrede para polarizar a la gente. Un grandísimo error, un error gordísimo, en definitiva, lo que viene a ser un graso error. Enseguida nos apercibimos: el tema era muy complicado y hubiera convenido maximalizarlo a tope.
Cuando se llevaron a la señora Mari, la de la mercería, los comentarios ya eran, básicamente, más fundados. El barrio se llenó de temores y suspicacias y la gente en los bares ya no se expresaba con la espontaneidad habitual que forma parte de su natural idiosincrasia. La inquietud en mi barrio, como dice el peluquero, se ha disparado. Está llegando a cotas antes jamás pensadas, inimaginables. Algo sumamente inaudito. El tema, o sea, es muy fuerte.
Lo de Pepe, el pollero, ha sido el último mazazo. Detener a un tipo como él, a todo un emprendedor, ha dejado al barrio mentalmente colapsado.
Dicen, los que presenciaron su detención, que el sano emprendedor, al salir esposado de la pollería, porfiaba con la policía que aquello era un error de discernimiento y metodológico, que él no había votado a “los malos”, que había votado a “los  buenos”, que ahora que su ratio de ventas estaba disparándose positivamente no podían detenerle y poner a su PYME en riesgo de caer en el impago y a su familia en el del desahucio y la exclusión social. Que aquello era una humillación muy denigrante.
Pero buenos son los guardias civiles de la UCO con todo lo que huela a esa lacra nefasta de la corrupción negativa. Y, claro, ante el espectáculo que se preparó, porque la Guardia Civil es la Guardia Civil por muy UCO que se le llame, el prestigio del pollero se ha puesto en entredicho, vamos que ha descendido en picado su nivel de popularidad, bueno que, por muy emprendedor que fuera, su credibilidad se ha desplomado negativamente. Que va a ser ya muy difícil poner en valor el buen nombre de Pepe el pollero. Su figura va a ser muy difícil rehabilitarla socialmente. Básicamente, ése es el tema. Muy complicado.
Varios vecinos, que iban a marcharse a pasar el verano al pueblo por eso del éxodo estival en busca de las propias raíces, se han visto absolutamente superados por la sucesión de estos luctuosos acontecimientos y han pospuesto, sine die, la marcha al medio rural por ver en qué para todo esto, o sea, el tema este.
Y es que el Venancio, el del bar de al lado de la pollería, dijo que le oyó decir al cabo de la Benemérita que esto no era más que el principio y que lo peor estaba por llegar. Y lo que el Venancio dice, en mi barrio, va a misa. Yo creo que el Venancio, en aras del derecho a la información, ha disparado la alarma social en el barrio. Aunque, en el fondo, valoro positivamente la actitud de total transparencia que ha mostrado el Venancio. Que el Venancio al pan, pan, y no hidratos de carbono sometidos a elevadas temperaturas. Anda que no tiene el Venancio claro el tema. Ya te digo.
Los jubilados, que hasta ahora por evidentes razones de edad y achaques estaban libres de sospecha y eran bien mirados, tienen también motivos de inquietud, sus detenciones se han disparado alarmantemente. A un tal Agapito se lo llevaron del campo de petanca, codo con codo, y le confiscaron hasta las bolas y el imán. Y hasta se mosquearon los agentes con el aparatito que llevaba, y, menos mal, que se dieron cuenta de que era un marcapasos. Pero esa misma tarde, en la taberna del Baco Zido, fueron detenidos otros dos jubilados mientras jugaban de pareja al dominó y estaban a punto de cerrar a pitos.
Dicen que muchos otros vejetes, también ciudadanos de la tercera edad, que pretendían, so pretexto del calor, esconderse en sus pueblos, han sido detenidos por los rurales de la Guardia Civil que, sin tanto toque de anticorrupción ni de policía fiscal, imponen mucho más que los de la UCO. Como conejos dicen que han caído, en manos de la Benemérita, los “panteras grises” mientras sesteaban en sus pueblos sintiéndose en total impunidad.
En fin que en mi barrio ya se ha perdido la cuenta de los detenidos. Algunos dicen que son casi las dos quintas partes del censo. Yo no les creo, me parecen cifras interesadamente hinchadas por los agoreros de siempre. Un tema, el de la veracidad de estas informaciones, muy complicado.
Dice el Venancio que las tasas de detenciones se están incrementando positivamente y que, aunque él prefiere no pronunciarse sobre el tema porque le faltan elementos ponderados de juicio, valora como exponencialmente positiva la actitud de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, o sea, de los guardias, aunque él no descarta ninguna hipótesis alternativa o alguna otra detención sorprendente.
Y es que el incremento aumentativo de jubilados, en los últimos años, no parece producirle al Venancio ninguna confianza positiva y, aunque dice que a él no le consta, supone, por todos los indicios, que han iniciado una revolución secreta los jubilatas para cambiar los destinos de España. Que sólo les importan sus pensiones, que no piensan en el futuro del país y que, con su voto, están propiciando que el sistema se colapse y venga, sin dilación, la “dictadura del capitaliado”. Y que muchos, sostiene el Venancio para concluir con el tema, dicen con cinismo que pa lo que les queda en el convento… Y que eso, a su juicio, es de una antisocialidad insensible y totalmente negativa y antisolidaria a todas luces, y, añade, que a los viejos bastante se hace con pagarles la pensión, que el derecho al voto para los que trabajen, que son los que saben de qué va el tema. Joder, vaya tema, qué problemática tan conflictiva, amén de complicada, y cómo se explica el Venancio, con qué sentimiento, con qué corazón, cómo se le ponen las venas del cuello. Si por él fuera, echaba a los viejos de Europa. Vamos que los corría a chorrazos hasta los Urales. Qué fuerte. Ya te digo.
Al fin se ha sabido de qué acusan a los detenidos: Colaboración con banda de delincuentes comunes, amparo a delincuentes, connivencia clandestina con corruptos.
Dicen que van a prohibir la tolerancia pasiva a la choricería y, aún más, su exaltación, y que han tenido que tomar cartas en el asunto hasta los de Bruselas pues el tema lo asocian propiamente con la mismísima Mafia. Un tema muy complicado. Ya te digo.
Quién lo iba a decir de Pepe, de la señora Mari, de los camareros y de los y las jubilatas. Que andaban protegiendo a delincuentes nada menos que con una cosa tan positivamente sagrada como el voto cívico que tanto costó conseguir a las pasadas generaciones de luchadores por la democracia y la libertad. Bueno, yo, ni por asomo, me pensaba rodeado de tanto encubridor. Vamos que ni se me había pasado por el pensamiento. Ni por pensaba que pudiera ser ese el tema. Joder, tío, qué fuerte.
Bueno, un servidor se larga mañana al pueblo y salga el sol por Antequera.
-Coño, quién será a estas horas.
-Que salgas, Mariano, que están aquí los de la UCO preguntando por ti.
-¡Dita sea, cómo s’habrán enterao! ¡Ni que estuviéramos en Venezuela! ¡Qué digo, esto es peor que la Cuba de Castro!

8 comentarios:

Sara dijo...

Jajajaja. Básicamente, considero al Venancio el peligro público número uno. Pero estas hipérboles me gustan. Son un buen recurso para el humor.

Besitos.

Ángeles dijo...

De piedra me he quedado con el tema. Si es que es lo que pasa, que no te puedes fiar de nadie. Ya te digo :D

jordim dijo...

Muy bien parido. Fiarse ya, poco.

Holden dijo...

Pues yo mejor me ando con ojo, que los zorros chanchulleros como yo siempre estamos en el punto de mira de esta gente. Y eso que no hacemos mal a nadie, siempre todos contra el más calvo.

Soros dijo...

Cualquier cosa es buena para el humor, Sara.
Besos.

Soros dijo...

O sea, es que el tema es muy fuerte, es mazo fuerte, es hipermegasuperfuerte, tía.
Saludos, Ángeles.

Soros dijo...

Gracias, Jordim. También me gusta lo que escribes tú.
Saludos.

Soros dijo...

Sí, tú, especialmente, Holden, estás en el punto de mira en todos los casos, que son muchos, en los que no se descarta ninguna hipótesis.
Un saludo y gracias.