18 abril 2010

Pruebas de archivo

Me he puesto a organizar mi archivo. Me llevará tiempo.
Aparece lo perdido hasta en lo que creemos ordenado. Y te saltan algunos escritos a la cara como un gato encerrado, recordándote la rabiosa ilusión que tuviste un día por las cosas. Me ha sorprendido el trabajo de años que empleé en asuntos que se hicieron humo pero que, según lo que escribí cuando era obscenamente sincero, levantaban en mí pasión y atrevimiento. He llegado a dudar de que fuera yo quien reuniera el empuje para todo aquello. Seguramente, entonces, era yo otra persona. Tal vez un antiguo conocido que ignoraba lo limitado de sus fuerzas. Y no me ha parecido mala esta conclusión. Por fuerza tiene que ser cierta pues, de otro modo, sólo me queda pensar que debía ser muy tonto, dolorosamente tonto.
Hoy, maduro, con la esperanza relativizada, anestesiada o perdida, me pregunto si no era mejor persona antes, cuando me entregaba sin cálculo, meditación ni medida, y no ahora, que sólo soy un viejo resabiado y escéptico que para poco más que para meditar sobre las cosas sirve.

8 comentarios:

Paz Zeltia dijo...

Seguro que antes no eras tan dolorosamente tonto,
ni ahora tu esperanza está tan relativizada,
ni tan anestesiada,
ni tan perdida.

¡ánimo con la tarea!

Soros dijo...

Gracias por tu ánimo, Zeltia. Y te lo acepto si a la tarea de escribir te refieres.

Insumisa dijo...

El empuje se ve perdido con el paso del tiempo y esa vacuna llamada madurez. También puede ser que "otros" vayan mas de prisa y nos hagan sentir lentos. Lo de ser obscenamente sincero debe, por fuerza, pulirse, para sobrevivir en un mundo que no está preparado para esa suerte de obscenidades honestas.
Haber sido dolorosamente tonto es una de las grandiosidades que tiene la juventud idealista.
Cada días somos distintos todos. Cada día tenemos la oportunidad de reconstruirnos, reinventarnos y al mismo tiempo, mantener el tipo, hasta donde sea posible.
No, no eras otro. Eras tú mismo, en chamarra de piel negra, montado sobre la velocidad de una moto y volando, como lo haces ahora, con la imaginación intacta.

Soros dijo...

Gracias, Piel de Letras, por tanta comprensión. Sin embargo, eso de reinventarse, que se ha puesto tan de moda decir, no creo que lo haga. Y, aunque ya no tenga moto, esperemos que la imaginación siga conmigo.
Saludos.

Insumisa dijo...

No sabía que estaba de moda. Creí que era una frase del siglo antepasado... o algo así. Jejeje
Y no es comprensión, sino conocimiento de causa. Me identifico y me encuentro en escritos similares, mas que lo que puedas creer. Será que la edad me acerca a ciertas cosas y me retira mas y mas de otras. ¿Quién sabe?

Soros dijo...

La frase puede que sea antigua pero no he visto a más personas, de hace un par de años a esta parte, decir que se están reinventando. Y les queda muy bonito, y debe ser contagioso porque cada vez más gente se apunta a ello. Las modas y la gente moderna no hacen más que reinventarse, ¡qué fatiga!
Y, claro, Piel de Letras, la edad hace todo eso que dices. Por eso cuando ya no puedes llevar la vida de antes, en lugar de decir que estás jodido, pues vas y dices que te estás reinventando a tí mismo que queda más bonito. ;-))

Zeltia dijo...

bueno,
y siempre estamos adaptándonos, re-adaptándonos, (al cuerpo que nos contiene, al entorno, a las costumbres, al trabajo, al nuevo programa informático del trabajo, a...
y habrá que adaptarse incluso a que ya no somos capaces de adaptarnos

(En mi primer comentario me refería al ánimo con la tarea de organizar el archivo)

Soros dijo...

Gracias, Zeltia.