01 diciembre 2009

Diatriba anual contra la Navidad

Hoy ha sido el primer día en que los villancicos me han atormentado como suelen. ¿Será que es uno de diciembre, será que no los he oído antes, será que este año todavía no había yo caído? Pues bien, es empezar a oírlos y me descompongo. Lo siento, no es mi intención ofender a los que les gusta la Navidad, que deben ser miles de millones. Por mí, que se diviertan cuanto puedan.
Ya teníamos la nuestra de toda la vida, con la Noche Buena, la Pascua, el Belén, los Santos Inocentes, la Noche Vieja y los Reyes Magos, que no es moco de pavo, de pavo navideño, claro. Pues no. Ahora, y ya desde hace unos cuantos años, también Papá Noel con sus trineos, sus renos y su puto vicio de comprar regalos para todos, se ha incorporado. Porque, bajo el enternecedor y nostálgico espíritu de la Navidad, se esconde ese estímulo inmoderado de gastar como posesos, seguramente, para agradecer al Señor la prosperidad que nos avasalla y para mayor gloria de las grandes superficies, de las franquicias, de los outlets, de las ventas online, de las tarjetas de fidelización, de las de crédito y de otras muchas cosas inhumanas que poco tienen que ver con un niño recién nacido depositado humildemente sobre la paja de un pesebre. Vamos, digo yo. Y si no, nunca mejor dicho, que venga Dios y lo vea.
Puede que sea porque me educaron en la absurda idea de gastar el dinero en cosas necesarias; puede que sea porque, con los años, me estoy volviendo menos sociable, más raro, más viejo y más gruñón; puede que sea porque me he pasado las últimas muchas Navidades, y media vida, viviendo en función de los deseos de otros… pero, este ambiente mercantil acompañado de la musiquita navideña, de las luces y de toda la representación que se prepara, me desbarata; tanta reunión familiar tumultuosa, como si el cariño no existiera el resto del año, me repatea; tanto atasco de comilonas y libaciones sin tasa, que se te saltan los puntos de la culera, del cinturón y hasta de la última operación, si los tienes algo recientes, me estraga.
¡Qué tortura! Pero, menos mal. Este año tengo un consuelo, por fin no tengo obligaciones. Por desgracia ya se fueron todos mis mayores y, por primera vez en muchos años, no tengo compromisos de verdadero peso. Me voy de viaje durante estas fiestas huyendo de la quema, claro. Pero, nada de viajes organizados porque entonces no te libras, te atrapan de nuevo y, en cuanto te relajes, te ves en alguna fiesta multitudinaria, conduciendo una conga, medio pedo, con una rubia que te da de tetazos por detrás mientras mueves el culo al compás del propio pedalín y cantas cosas de tanto fundamento como La Piragua de Guillermo Cubillo. Y es que, en cuanto te descuides y por buenos propósitos que tengas, tienes que celebrar la Navidad por narices. No hay salida. Así que el viaje ha de ser un viaje verdadero, como siempre, sin rumbo, como si estos días fueran lo que son: sólo tiempo.

12 comentarios:

isidro dijo...

Joder Soros... te has calentáo.
Pero, algo de razón si que llevas.

Saludosss

isidro dijo...

Joder soros.... te has calentáo.
Pero... algo de razón si que llevas

BBK dijo...

Te echaré de menos...

(gruñón y todo)

Soros dijo...

No creas, Isidro, llevo algunos años pensando que la Navidad es un chantaje emocional. Vale que te lo hicieran tus padres, vale que te lo haga la familia en general pero, cuando me lo hacen los centros comerciales y toda esa publicidad, me desbarato. Pero no me enfado, procuro evitarlo porque lo veo así. Hay mucha gente que le encantan las Navidades porque las viven como un periodo de acercamiento familiar y de amor fraterno y armonía entre la humanidad. No es mi caso.

Soros dijo...

Gracias, BBK, pero serán unos días. Luego seguiré gruñendo como de costumbre. ;-)
Saludos

Zeltia dijo...

y hay gente que las vive como una excusa para tener cenas de amigos, cenas de empresa, cenas de la peña, cena del club de lectura, cena de antiguos alumnos. cenas y comidas, comidas y cenas.
excusas para juerguear y beber, y beber y fumar y fumar y beber.

luego están aquellos (normalmente ellas) que les encocora adornar la casa, tener muchos invitados, decorar la mesa, preparar una comida y cena exquisita para que todo el personal sea feliz.
comprarse ropa para en fin de año estar como los famosos de la tele.
Los y las que se lo pasan pipa buscando regalos con los que sorprender el dia de reyes.
los que disfrutan a través de la ilusión que desprenden los ojos de los niños.

yo no.

Soros dijo...

Sí, los niños. Al final es otro argumento.
Sin embargo, Zeltia, tengo la interna convicción de que no son tantos como parece los que se lo pasan tan bien. Especialmente las mujeres, sobre las que recae el peso del festejo. Como, casi siempre, les cae el peso de todo lo pesado.
Las reuniones dan también la sensación de pertenecer a un grupo y así sentirse protegido y olvidar otras cosas.
En fin, puede haber muchos motivos como tú dices. Sin embargo, las Navidades, a mí, por muchos otros, me llenan de tristeza.

Zeltia dijo...

pues yo,
creo que me voy a unir al enemigo:
hoy han hecho conmigo una labor de zapa que me están cimbreando los cimientos!
hazlo por mí, hazlo por mi (el recurrido chantaje emocional)

Soros dijo...

Estás perdida, Zeltia, lo siento. Mala suerte.

don Gerardo dijo...

Soros!

Bienvenido a aprender un poco de la navidad en Suecia:
Aquí las direcciones a unos episodios que tienen que ver con la navidad: La navidad en Suecia: http://turbeng.wordpress.com/2009/12/01/la-navidad-en-suecia-7/ El gnomo: http://turbeng.wordpress.com/2009/12/07/el-gnomo-99/ La navidad y Lucia: http://turbeng.wordpress.com/2009/12/25/la-navidad-y-lucia-104/ Tomando árbol de navidad: http://turbeng.wordpress.com/2009/12/03/tomando-arboles-de-navidad-56/ Villancicos y canciones de navidad: http://turbeng.wordpress.com/2009/12/03/villancicos-o-canciones-de-navidad-55/ Unas traduciones de villancicos suecos al español: http://turbeng.wordpress.com/2009/12/02/unos-villancicos-suecos-33/

Soros dijo...

Estimado don Gerardo:
Gracias por su amable correo. He visitado los enlaces que en él me ofrecía y me he enterado de algunas de las tradiciones navideñas suecas.
Un cordial saludo.
Olvidaba decirle que tengo otro blog cuya característica principal es que cada artículo no puede tener más de cien palabras. Se llama "Todo a cien" y está en:
http://carlanca.blogspot.com/
Greetings from Spain.

Anónimo dijo...

A mí tampoco me gustan y todavía no me puedo escapar de ellas.
Las sufriré con una mezcla de paciencia y mala leche, ¡qué remedio!
Una amiga oyó en el autobús a una señora que le decía a otra: "detecto la Navidad, la detecto pero con toda mi alma".
Eso me pasa, que ya las estoy "detectando".