La cabecera del río Sorbe comienza a formarse seriamente a la sombra, si sombra diera, del viejo, destartalado, olvidado y semiderruido castillo de Diempures, entre los términos de Cantalojas y Galve y perteneciendo su altozano al primero, que todo hay que decirlo.
Apenas queda nada. Esto es hoy un desierto, del cual, ni siquiera muchos conocen el nombre. Y lo más que puedes encontrarte es alguna vaca despistada y recelosa que tampoco esperaba compañía.
Primitivamente fue un castro cuyo precipicio, sobre el arroyo de la Virgen, hacía de muralla natural. Se salvaba este arroyo por un vetusto puente, también de pizarra, poco antes de que éste confluyera con el río, casi en la misma conjunción. Ahí se iniciaba el camino que, paralelo al Sorbe, la fortaleza custodiaba y que nos llevaba aguas abajo camino de la desparecida fortaleza de Peñahora donde el Sorbe se junta con el Henares y acaba su viaje. Porque el Sorbe es un río modesto, pero de aguas limpias, que, en cuanto deja las montañas no quiere saber de más trámites y, desapareciendo, le cede su caudal al Henares. De una fortaleza a otra viajaba. Hoy de las pocas ruinas de Diempures a las inexistentes de Peñahora, de la que la que sólo queda el nombre para los pocos que lo recuerdan. Es en lo que ha parado tanta fortaleza.
- ¿Un castillo dice, una fortaleza?, ¿dónde se ha visto?, hecho de pizarra. ¡Vaya ejemplo de arquitectura militar?
- Pues no se ponga usted a pedir mojigangas ni gollerías, que las murallas de Lugo, que son mucho más antiguas, más importantes, más voluminosas y más estratégicas son también de pizarra, tienen más de 2 kilómetros y ahí las tiene usted en su sitio desde hace más de 1700 años.
- Sí, pero las murallas de Lugo se conservan y de este castillo de Diempures sólo queda su puerta principal y un par de trozos de paredes anejos a ella y eso si no se desmoronan cualquier día o no se han desmoronado ya.
- Pero es que el Sorbe y el arroyo la Virgen, que en la falda de su cerro concurren, no concitaban, ni concitaron nunca, las mismas ambiciones que la plaza de Lugo. Así que bastante es lo que queda y, aún diría que es milagro que algo se conserve. Y no venga usted poniendo tantas pegas, que de otros lugares no quedó piedra sobre piedra. Portento parece que aquí, siendo todo esto más frágil, más humilde y montaraz, queden todavía estas pocas pizarras para darnos una idea de lo que aquello fue.
Apenas queda nada. Esto es hoy un desierto, del cual, ni siquiera muchos conocen el nombre. Y lo más que puedes encontrarte es alguna vaca despistada y recelosa que tampoco esperaba compañía.
Primitivamente fue un castro cuyo precipicio, sobre el arroyo de la Virgen, hacía de muralla natural. Se salvaba este arroyo por un vetusto puente, también de pizarra, poco antes de que éste confluyera con el río, casi en la misma conjunción. Ahí se iniciaba el camino que, paralelo al Sorbe, la fortaleza custodiaba y que nos llevaba aguas abajo camino de la desparecida fortaleza de Peñahora donde el Sorbe se junta con el Henares y acaba su viaje. Porque el Sorbe es un río modesto, pero de aguas limpias, que, en cuanto deja las montañas no quiere saber de más trámites y, desapareciendo, le cede su caudal al Henares. De una fortaleza a otra viajaba. Hoy de las pocas ruinas de Diempures a las inexistentes de Peñahora, de la que la que sólo queda el nombre para los pocos que lo recuerdan. Es en lo que ha parado tanta fortaleza.
- ¿Un castillo dice, una fortaleza?, ¿dónde se ha visto?, hecho de pizarra. ¡Vaya ejemplo de arquitectura militar?
- Pues no se ponga usted a pedir mojigangas ni gollerías, que las murallas de Lugo, que son mucho más antiguas, más importantes, más voluminosas y más estratégicas son también de pizarra, tienen más de 2 kilómetros y ahí las tiene usted en su sitio desde hace más de 1700 años.
- Sí, pero las murallas de Lugo se conservan y de este castillo de Diempures sólo queda su puerta principal y un par de trozos de paredes anejos a ella y eso si no se desmoronan cualquier día o no se han desmoronado ya.
- Pero es que el Sorbe y el arroyo la Virgen, que en la falda de su cerro concurren, no concitaban, ni concitaron nunca, las mismas ambiciones que la plaza de Lugo. Así que bastante es lo que queda y, aún diría que es milagro que algo se conserve. Y no venga usted poniendo tantas pegas, que de otros lugares no quedó piedra sobre piedra. Portento parece que aquí, siendo todo esto más frágil, más humilde y montaraz, queden todavía estas pocas pizarras para darnos una idea de lo que aquello fue.
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10 comentarios:
Se me antoja que al cruzar el umbral de esa puerta derruída, pasas a otra dimensión. E imagino que por las noches, alguna vez, hasta asoman su testa algunos seres que habitan del otro lado del portal. Una pareja de amantes en fuga. Los caballos de sus perseguidores. Un cortejo fúnebre que equivocó la ruta. ¡Qué se yo!
Imaginativa que es una.
También quedan algunos restos en Peñahora, maltrechos y abandonados como tantas cosas importantes a las que ya no damos importancia. Ahí están para los imaginativos:
http://www.castillosnet.org/programs/castillosnet.php?tip=inf&dat=guadalajara/GU-CAS-115
Saludos
Sí, muy bien dicho. Sería el inicio de una historia preciosa. Y, el lugar, Piel de Letras, es lo suficientemente solitario, extraño y misterioso para merecerla.
Sí, señora, muy imaginativa.
Koborrón, soy tan poco visitador y dedico tanto tiempo a escribir que me parecía que no merecía tus visitas. Veo que lo haces y quedo sorprendido por tu amabilidad. Muchas gracias por tus apuntes sobre Peñahora. Y muchas gracias por esta visita.
Estoy en una etapa poco comunicativa, pero no dejo de pasar por aqui y por el todoacién cuando puedo, porque se que el nivel seguirá tan alto como siempre. Un abrazo
Gracias por tus apreciaciones. ¿Cómo han ido las fiestas de Soria?
Hasta pronto.
Estoy a unos miles de kilometros de Soria capital y sus fiestas que,aunque siguen siendo sorprendentes y enigmáticas, están peligrosamente amenazadas por el botellón y el carnaval. Será que antes eran deseadas y ahora estamos en fiesta permanentemente. Será que pesan los años y que todo evoluciona. El caso es que no las echo nada de menos.
Salud y buen verano a ti también.
Ya se me hace extraño que un soriano no eche de menos las fiestas de Soria. Os he tenido siempre por una especie de clan familiar, a los sorianos, que no creo que se dé en otras provincias. Sin embargo me parece muy apropiada esa apreciación que tienes de estar en una fiesta permanente...
Saludos.
Hola, Soros, estoy recopilando información acerca del Castillo de Diempures para el periódico "El Afilador·, ¿sabes algo más sobre lo que indicas en la historia? Tanto datos históricos como leyendas.
Gracias
El Castillo de Diempures o mejor dicho los restos que de él quedan se encuentran en el término de Cantalojas (Guadalajara). Están estas ruinas en uno de los desfiladeros que van a parar al río Sorbe. Donde se asentaba el castillo hubo un castro celtibérico de la Edad del Hierro. En el Fuero de Atienza (s. XII) se cita el enclave conocido como Castillo de Diempures. La peculiaridad de este castillo es el uso de la pizarra para su construción. Para llegar a este castillo hay que ir desde Galve o desde Villacadima a Cantalojas. Tomamos el empalme que sale hacia Cantalojas, cuando llevemos recorrido un kilómetro aproximadamente veremos a nuestra izquierda, a una distancia de otro kilómetro, sus ruinas.
Poco más puedo decirte, Javier.
Un cordial saludo.
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