Alguna vez he viajado a Portugal de la mano de José Saramago. Cuando lo he hecho, no he pasado, desde luego, por grandes ciudades, ni por sitios turísticos, pero he aprendido lugares ignorados y matices en el vértice del olvido. He visto pequeñeces, migajas esparcidas por el tapete de la vida, a las que no hubiera llegado sin su guía. Me he fijado en detalles que, sin su indicación, no habría descubierto. Y aquellos viajes se rellenaron todos de ternura.
Aparte de agradecer su tenaz beligerancia, irreductiblemente sostenida, en tantos campos, y su literatura, lamento que se vaya una persona entrañable y compasiva.
No sé si romperá su muestra sostenida el perro Constante pero, si acaso lo hiciera, estoy seguro de que su amo le perdonará esta última y única flaqueza y le regalará, discreto, serio y moderado, como buen portugués, una caricia tras de las orejas y una palabra en ese tono amable y bondadoso que los perros entienden mejor que las personas. Obrigado.
Aparte de agradecer su tenaz beligerancia, irreductiblemente sostenida, en tantos campos, y su literatura, lamento que se vaya una persona entrañable y compasiva.
No sé si romperá su muestra sostenida el perro Constante pero, si acaso lo hiciera, estoy seguro de que su amo le perdonará esta última y única flaqueza y le regalará, discreto, serio y moderado, como buen portugués, una caricia tras de las orejas y una palabra en ese tono amable y bondadoso que los perros entienden mejor que las personas. Obrigado.
2 comentarios:
Mi amiga Emma estuvo con él en su casa hace unos meses -ya sabes amigos de amigos- y comentó que se notaba que intuía la proximidad de su muerte y que éso se notaba en algunos "matices" sobre cuestiones que siempre había sostenido.
No he leído mucho de Saramago, y no dudo el gran escritor y pensador que debió de ser, pero como me jode que los gobiernos se apoderen de los muertos.
En este caso, Zeltia, no sé qué decirte. Porque fue un hombre, a veces, casi autoexiliado de su país por las reacciones de algunos políticos. Y su muerte ha sido como una reconciliación con Portugal. Bueno, no con Portugal, no con el pueblo portugués, que lo amaba, sino con el gobierno portugués y con algunos compatriotas que lo tenían atravesado. Ya ves, la Iglesia no ha esperado a que se enfriara su cadáver para ponerle a parir. Pero, la Iglesia, como siempre, ya sabes, predicando la caridad.
Saludos.
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